Mi primera reacción a esta información fue de incredulidad y sorpresa, ante la realidad de que muchísimos compañeros relacionistas han sido duramente impactados por la crisis económica del país y hoy se encuentran desempleados, subempleados o "reinventándose" en quehaceres que nada tienen que ver con las relaciones públicas.
Como el Registro de Contratos de la Oficina del Contralor es un documento público, que se puede acceder por Internet (http://contratos.ocpr.gov.pr/Contfilter.aspx), me dirigí a la página para conocer de primera mano quiénes son los beneficiarios de estos "escandalosos" contratos. He aquí mis hallazgos:
- Los contratos de relaciones radicados en la Oficina del Contralor se clasifican en 23 categorías. Los de relaciones públicas caen en la categoría #11, que lleva por nombre "Servicios de publicidad, representación o artísticos". Es un bolsillo enorme y variado, donde cae una amplia gama de servicios.
- De los 548 contratos que aparecen en el Registro, un total de 237 (43%) corresponden a la clasificación de "Servicios Artísticos".
- El 9.6% de los contratos, para un total de 53, caen en la clasificación de "Servicios de Publicidad".
- El tercer lugar corresponde a los "Servicios de Productor", de los cuales hay 49 contratos o un 8.9%.
- Los contratos de "Servicios de Relaciones Públicas" que aparecen en el Registro son 47, para un cuarto lugar, con un 8.57% de total. El valor en dólares de estos contratos asciende a $1.3 millones.
- Las otras clasificaciones de contratos que aparecen bajo la categoría de "Servicios de publicidad, representación o artísticos" son: Servicios de Boletería, Servicios de Camarógrafo, Servicios de Edición, Servicios de Fotógrafos, Servicios de Locutor, Servicios de Monitoreo de Medios, Servicios de Músicos, Servicios de Oficial de Prensa (4.9%), Servicios de Pirotecnia, Servicios de Productor de Espectáctulos, Servicios de Reportero, Servicios de Representación, Servicios de Tramoya y Servicios de Transmisión de Televisión.
Se ha convertido en una moda catalogar todos los gastos gubernamentales que se consideran superfluos o innecesarios como "gastos de relaciones públicas". Sin embargo, según los datos del Registro de Contratos de la Oficina del Contralor, esta percepción dista mucho de la realidad. Los medios noticiosos deben ser más cuidadosos a la hora de hacer estas generalizaciones y procurar ceñirse a los datos.