La dificultad de ofrecer una definición inmediata, entendible fácilmente a los que están fuera de nuestro mundo, la vivimos aún los que estudiamos bachilleratos y maestrías en comunicaciones, o hemos tomado el curso de acreditación de la Public Relations Society of America. No se escapa nadie. Y si decimos la definición, estamos diez minutos explicándola.
¿No se supone que seamos expertos en explicar las cosas, en simplificar lo complicado? Es hora de repasar las definiciones.
Para los que vivimos en Puerto Rico, tan influenciados por la corriente de pensamiento norteamericana, la definición clásica es la longaniza que aparece en el texto de Cutlip and Center:
“Relaciones públicas es una función gerencial que busca identificar, construir y mantener relaciones mutuamente beneficiosas entre una organización y todos los públicos en quienes depende su éxito o fracaso.”
Desde una perspectiva latinoamericana, y más florida, la Confederación Latinoamericana de Relaciones Públicas define la disciplina de la siguiente manera:
“Relaciones Públicas son una disciplina socio-técnico-administrativa mediante la cual se analiza y evalúa la opinión y actitud del público y se lleva a cabo un programa de acción planificado, continuo y de comunicación recíproca, basado en el interés de la comunidad, destinado a mantener una afinidad y comprensión provechosa con el público”.
Los españoles, como refleja la definición de la Asociación de Empresas Consultores en Relaciones Públicas y Comunicación, son más directos:
Las relaciones públicas se definen como “las estrategias para generar confianza entre la empresa y sus públicos y, así, predisponer de forma positiva.”
En esto de las definiciones, quiénes más me enseñaron fueron mis estudiantes del curso “Introducción a las relaciones públicas” de la Escuela de Comunicación Pública de la Universidad de Puerto Rico.
Cuando se enfrentan por primera vez, los estudiantes pueden ser el público más intimidante y, al mismo tiempo, más fascinante. Combinan las ansias de saber con el reto al profesor: “pruébame que sabes”. Los “copuqueños” a los cuales di clases, me forzaron a crear una definición criolla, sencilla, que comparto con ustedes hoy:
Relaciones públicas = lo que se hace (ACCIÓN) + lo que se dice (COMUNICACIÓN)
Expresada verbalmente, leería como sigue:
Relaciones públicas es el conjunto de acciones y mensajes que elabora una organización para ganar el favor de aquellos que hacen viable su existencia.
Frente a mis estudiantes de COPU, tan entusiasmados con el aspecto de la comunicación, se me hacía sumamente importante resaltar que la comunicación, por sí sola, no vale de nada si no va acompañada por acciones que la sustenten. Por ejemplo, si decimos que nos preocupamos por el ambiente, ¿qué acciones sostienen esa afirmación? Si nuestro reclamo es que nos preocupamos por la educación de los niños y jóvenes del país, ¿qué iniciativas llevamos a cabo para mejorar su rendimiento académico?
Muchas veces la empresa ya viene ejecutando una acción, pero no la ha comunicado a los públicos que deben saberlo. En otras ocasiones, la empresa o cliente quiere identificarse con un tema o una causa social y, para ello, debe trazar un curso de acción que la valide. En este caso, la creatividad del comunicador no se limita a elaborar un mensaje, sino que se extiende al desarrollo de ideas de acciones originales y llamativas que vayan en sintonía con éste.
Gracias a mis ex alumnos, ya tengo clara mi definición de relaciones públicas. ¿Cuál prefieres tú?
2 comentarios:
Fíjate, me gusta mucho la definición de los españoles; es simple y comunica. Tremendo artículo Joseph.
Ja!! Muy cierto. Me ha pasao un millón de veces... Y sí, cada vez que visito a mi mamá le tengo que explicar lo que hago!!! Juro que voy a imprimir el artículo para llevárselo la próxima vez que la visite... De paso lo voy a guardar en la cartera para "futuras referencias"!!!
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